Uniracing, es una empresa englobada dentro de Z&R Autoadhesivos, el mes de marzo ponía en marcha una Web en la que podemos diseñar nuestros adhesivos para personalizar nuestra moto, ya sea para darle un nuevo aspecto o para incluir los patrocinadores que nos ayudan a correr los fines de semana.
uniracing
miércoles, 22 de diciembre de 2010
Quizás el antipinchazos definitivo, por Rhinotire
Desde el estado de New York la empresa Rhinotire nos presenta un sistema antipinchazos que a diferencia de otros productos concebidos para intentar reparar el pinchazo una vez que este se produce o aquellos que intentan prevenir que nuestras ruedas se queden sin aire, tipo selladores. En las que un componente químico que previamente hemos introducido en nuestra rueda actúa para taponar la salida al contacto con el aire exterior. En esta ocasión vemos un tratamiento permanente en el interior de la rueda y que como podemos comprobar en este vídeo parece que funciona a la perfección.
Los sistemas antipinchazos para las motos, sobre todo están desarrollados en el mundo del off road ya que es donde más posibilidad hay de que te toque volver hasta casa con la rueda chafada. En otras ocasiones hemos visto en Moto22 sistemas antipinchazos. Como el más novedoso que nos presentaba Morrillu sobre el sistema denominado TuBliss para motos de campo. Pero el sistema antipinchazos de Rhinotire es valido para cualquier tipo de moto no solo para las ruedas de tacos.
Según nos cuentan el sistema esta basado en una tecnología innovadora que consiste en la aplicación de un único polímero denominado RhinoPlex a la zona interior de la llanta que al instante sellará los pinchazos o cortes de hasta 0,6 centímetros. Además como os decía antes el sistema es valido para aplicar en cualquier tipo de neumático incluso en ruedas usadas.
Este polímero se aplica con unas máquinas especialmente diseñadas por Rhinotire y que también se encuentran a la venta para el empresario que quiera adquirirlas. De momento el distribuidor más cercano se encuentra en Portugal y me extraña que en toda Europa casi no haya representación de la marca, al contrario que en el otro lado del charco.
También podemos comprobar todas las bondades que dicen obtenerse al aplicar este sistema antipinchazos como son el ahorro de combustible, la mayor duración de los neumáticos e incluso el poder realizar una conducción más segura. Pero en ningún momento nos hablan del peso añadido que supone, ni si el tacto que se tiene es diferente o incluso si cambia el rango de temperatura optima del neumático o las características de los compuestos.
Aun así, me parece un buen sistema que no me importaría probar y poder decir que ya se ha inventado el antipinchazos definitivo. Por cierto no se si el sistema Rhinotire te libra también de daños en la cabeza al conducir la moto sin casco.
Rhinotire
Los sistemas antipinchazos para las motos, sobre todo están desarrollados en el mundo del off road ya que es donde más posibilidad hay de que te toque volver hasta casa con la rueda chafada. En otras ocasiones hemos visto en Moto22 sistemas antipinchazos. Como el más novedoso que nos presentaba Morrillu sobre el sistema denominado TuBliss para motos de campo. Pero el sistema antipinchazos de Rhinotire es valido para cualquier tipo de moto no solo para las ruedas de tacos.
Según nos cuentan el sistema esta basado en una tecnología innovadora que consiste en la aplicación de un único polímero denominado RhinoPlex a la zona interior de la llanta que al instante sellará los pinchazos o cortes de hasta 0,6 centímetros. Además como os decía antes el sistema es valido para aplicar en cualquier tipo de neumático incluso en ruedas usadas.
Este polímero se aplica con unas máquinas especialmente diseñadas por Rhinotire y que también se encuentran a la venta para el empresario que quiera adquirirlas. De momento el distribuidor más cercano se encuentra en Portugal y me extraña que en toda Europa casi no haya representación de la marca, al contrario que en el otro lado del charco.
También podemos comprobar todas las bondades que dicen obtenerse al aplicar este sistema antipinchazos como son el ahorro de combustible, la mayor duración de los neumáticos e incluso el poder realizar una conducción más segura. Pero en ningún momento nos hablan del peso añadido que supone, ni si el tacto que se tiene es diferente o incluso si cambia el rango de temperatura optima del neumático o las características de los compuestos.
Aun así, me parece un buen sistema que no me importaría probar y poder decir que ya se ha inventado el antipinchazos definitivo. Por cierto no se si el sistema Rhinotire te libra también de daños en la cabeza al conducir la moto sin casco.
Rhinotire
Prueba tu posición en todas las motos. SIMULADOR
Se trata de poner la altura, la distancia de la entrepierna al suelo, el grado de estiramiento deseable para los brazos y la compresión de la amortiguación.
cycle-ergo
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miércoles, 1 de diciembre de 2010
Reevu MSX1 el primer casco de visión trasera.
El Reevu MSX1 es el primer casco de visión trasera que da al usuario una visión trasera.
El casco se basa en un mecanismo totalmente mecánico en lugar de cámaras de
visión trasera, que webBikeworld funciona muy parecido a un espejo del coche.
El concepto ha existido durante un par de años ya, pero parece que el fabricante del
casco Reevu finalmente ha puesto su innovadora MSX1 que incorpora un espejo retrovisor
en el casco encima de la línea de espuma EPS.
El túnel refleja una imagen de vista trasera en una sección rectangular justo encima
del área de la frente.
Reevu
El casco se basa en un mecanismo totalmente mecánico en lugar de cámaras de
visión trasera, que webBikeworld funciona muy parecido a un espejo del coche.
El concepto ha existido durante un par de años ya, pero parece que el fabricante del
casco Reevu finalmente ha puesto su innovadora MSX1 que incorpora un espejo retrovisor
en el casco encima de la línea de espuma EPS.
El túnel refleja una imagen de vista trasera en una sección rectangular justo encima
del área de la frente.
Reevu
El conductor que arrolló a Jérôme se enfrenta a 4 años de cárcel
La fiscal le acusa de un delito de homicidio imprudente en concurso con otro de lesiones y uno de conducción bajo la influencia de las drogas
La representante de la Fiscalía pide provisionalmente cuatro años de prisión para el conductor que en la noche del 11 de octubre de 2009 colisionó contra el ciclomotor en el que viajaban David T. S., de 15 años, que resultó herido de gravedad, y Jérôme Grandmougim, de 16 años, que falleció tras el impacto. La fiscal considera a R. G. A., de 26 años, autor de un delito de homicidio imprudente en concurso con un segundo de lesiones imprudentes y un tercero de conducción bajo la influencia de drogas tóxicas y sustancias psicotrópicas, ya que dio positivo en consumo de cannabis, destacaron fuentes del Ministerio Público.
La fiscal envió a principios del pasado mes de noviembre su escrito de acusación provisional al Juzgado de Instrucción número 3, que investiga los hechos. No obstante, la celebración del juicio tardará aún meses en llegar, pues, una vez que se reciban los escritos de conclusiones de todas las partes, la juez Carmen Martín deberá dictar la apertura de juicio oral, si así lo considera, y enviar la causa a la instancia que corresponda para fijar la fecha de la vista.
El trágico accidente ocurrió sobre las 23.30 horas del citado 11 de octubre en la carretera de Ibiza a Portinatx, a la altura del kilómetro 2,5, antes de llegar al cruce de Jesús.
R. G. A. conducía un BMW que había adquirido aunque todavía no constaba como su titular, en sentido Portinatx, mientras que David pilotaba un ciclomotor Rieju MRT, en el que Jérôme viajaba de acompañante, también en el mismo sentido.
La representante de la Fiscalía cree que el imputado circulaba a una velocidad superior a los 90 kilómetros por hora que permitía la vía, bajo la influencia del cannabis y sin prestar una atención permanente. Esto provocó, según sus conclusiones provisionales, que R. G. A. no se percatara de la presencia del ciclomotor, que se encontraba por delante en el mismo carril –aunque debía circular por el arcén por el tipo de vehículo que era–, a pesar de que este tenía conectada la luz de corto alcance.
diariodeibiza.es
La representante de la Fiscalía pide provisionalmente cuatro años de prisión para el conductor que en la noche del 11 de octubre de 2009 colisionó contra el ciclomotor en el que viajaban David T. S., de 15 años, que resultó herido de gravedad, y Jérôme Grandmougim, de 16 años, que falleció tras el impacto. La fiscal considera a R. G. A., de 26 años, autor de un delito de homicidio imprudente en concurso con un segundo de lesiones imprudentes y un tercero de conducción bajo la influencia de drogas tóxicas y sustancias psicotrópicas, ya que dio positivo en consumo de cannabis, destacaron fuentes del Ministerio Público.
La fiscal envió a principios del pasado mes de noviembre su escrito de acusación provisional al Juzgado de Instrucción número 3, que investiga los hechos. No obstante, la celebración del juicio tardará aún meses en llegar, pues, una vez que se reciban los escritos de conclusiones de todas las partes, la juez Carmen Martín deberá dictar la apertura de juicio oral, si así lo considera, y enviar la causa a la instancia que corresponda para fijar la fecha de la vista.
El trágico accidente ocurrió sobre las 23.30 horas del citado 11 de octubre en la carretera de Ibiza a Portinatx, a la altura del kilómetro 2,5, antes de llegar al cruce de Jesús.
R. G. A. conducía un BMW que había adquirido aunque todavía no constaba como su titular, en sentido Portinatx, mientras que David pilotaba un ciclomotor Rieju MRT, en el que Jérôme viajaba de acompañante, también en el mismo sentido.
La representante de la Fiscalía cree que el imputado circulaba a una velocidad superior a los 90 kilómetros por hora que permitía la vía, bajo la influencia del cannabis y sin prestar una atención permanente. Esto provocó, según sus conclusiones provisionales, que R. G. A. no se percatara de la presencia del ciclomotor, que se encontraba por delante en el mismo carril –aunque debía circular por el arcén por el tipo de vehículo que era–, a pesar de que este tenía conectada la luz de corto alcance.
diariodeibiza.es
Condenan a la Diputación por la muerte de un motorista en accidente de tráfico
La víctima perdió el control por dos baches en la A-8, en Donostia. El Tribunal Superior le obliga a pagar una indemnización de 85.000 euros
El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha condenado a la Diputación de Gipuzkoa a indemnizar con 85.000 euros a la madre de un motociclista que falleció en un accidente de tráfico, después de que perdiera el control del vehículo debido a la existencia de dos baches en el asfalto. Con esta decisión el alto tribunal vasco confirma una sentencia dictada hace dos años por un Juzgado de lo Contencioso Administrativo de la capital guipuzcoana. Los hechos ocurrieron el 15 mayo de 2005, en el kilómetro 23,400 de la autopista, a la altura del desvío de Añorga, en sentido a Irun, donde Francisco Javier T.L. de 33 años, falleció tras salirse de la calzada la moto que conducía. Tras el siniestro, la madre del fallecido, que en el procedimiento ha estado representada por el letrado Rubén Múgica, exigió responsabilidades a la Diputación, al considerar que el siniestro fue consecuencia del mal estado en el que se encontraba el firme de la carretera. La familia fundamentó su reclamación en el atestado que elaboró la Ertzaintza. La Policía hizo constar en el informe que el suceso se produjo por la existencia de dos baches de enormes dimensiones en el carril por el que circulaba la víctima y que, en definitiva, provocaron la pérdida de equilibrio y control de la moto. La familia consideró que, como quiera que la titular de la vía era la Diputación, ésta estaba obligada a mantener la carretera en las necesarias condiciones para la seguridad del tráfico.
Añadió asimismo que la institución foral no podía desentenderse de la actuación de la empresa que gestiona el mantenimiento de la carretera. Por todo ello, la madre del fallecido exigió una indemnización de 93.943 euros.
La Diputación, sin embargo, se opuso a la reclamación al considerar, por un lado, que la conservación de dicho tramo de la A-8 no era de su competencia, sino que correspondía a Bidelan. Por otro lado, consideraba que no estaba acreditado que la verdadera causa del accidente fueran los baches.
Demanda estimada
En mayo de de 2008, la juez del Juzgado de lo Contencioso Administrativo 2 de San Sebastián estimó la demanda de la familia. La magistrada atribuyó la responsabilidad de lo sucedido a la Diputación, de quien dijo realizó un traspaso de la gestión de un servicio público a terceros, en este caso a Bidelan. La magistrada analizó igualmente los detalles del accidente. Recordó que el atestado policial descartó la existencia de gravilla en el suelo y recogió como causa determinante los dos baches de «enormes dimensiones» existentes al inicio de un tramo curvo hacia la izquierda. El juzgado, asimismo, consideró que no se había probado que el motociclista circulase a una velocidad superior a la permitida, efectuase una maniobra peligrosa o protagonizase una conducta temeraria. A la vista de estos razonamientos, la juez condenó a la institución a pagar los 93.943 euros.
Esta sentencia, sin embargo, fue recurrida ante la Sala de lo Contencioso Administrativo del TSJPV. Ahora este órgano ha rechazado de nuevo los argumenos de la Diputación y confirma la sentencia de instancia, aunque rebaja la cuantía de la indemnización y la fija en 85.403,03 euros, a los que, no obstante, habrá de añadirse el IPC desde el día de la reclamación. El TSJPV confirma los argumentos que ya esgrimió el juzgado de San Sebastián. Esta sentencia es firme.
Más información:
DiarioVasco
El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha condenado a la Diputación de Gipuzkoa a indemnizar con 85.000 euros a la madre de un motociclista que falleció en un accidente de tráfico, después de que perdiera el control del vehículo debido a la existencia de dos baches en el asfalto. Con esta decisión el alto tribunal vasco confirma una sentencia dictada hace dos años por un Juzgado de lo Contencioso Administrativo de la capital guipuzcoana. Los hechos ocurrieron el 15 mayo de 2005, en el kilómetro 23,400 de la autopista, a la altura del desvío de Añorga, en sentido a Irun, donde Francisco Javier T.L. de 33 años, falleció tras salirse de la calzada la moto que conducía. Tras el siniestro, la madre del fallecido, que en el procedimiento ha estado representada por el letrado Rubén Múgica, exigió responsabilidades a la Diputación, al considerar que el siniestro fue consecuencia del mal estado en el que se encontraba el firme de la carretera. La familia fundamentó su reclamación en el atestado que elaboró la Ertzaintza. La Policía hizo constar en el informe que el suceso se produjo por la existencia de dos baches de enormes dimensiones en el carril por el que circulaba la víctima y que, en definitiva, provocaron la pérdida de equilibrio y control de la moto. La familia consideró que, como quiera que la titular de la vía era la Diputación, ésta estaba obligada a mantener la carretera en las necesarias condiciones para la seguridad del tráfico.
Añadió asimismo que la institución foral no podía desentenderse de la actuación de la empresa que gestiona el mantenimiento de la carretera. Por todo ello, la madre del fallecido exigió una indemnización de 93.943 euros.
La Diputación, sin embargo, se opuso a la reclamación al considerar, por un lado, que la conservación de dicho tramo de la A-8 no era de su competencia, sino que correspondía a Bidelan. Por otro lado, consideraba que no estaba acreditado que la verdadera causa del accidente fueran los baches.
Demanda estimada
En mayo de de 2008, la juez del Juzgado de lo Contencioso Administrativo 2 de San Sebastián estimó la demanda de la familia. La magistrada atribuyó la responsabilidad de lo sucedido a la Diputación, de quien dijo realizó un traspaso de la gestión de un servicio público a terceros, en este caso a Bidelan. La magistrada analizó igualmente los detalles del accidente. Recordó que el atestado policial descartó la existencia de gravilla en el suelo y recogió como causa determinante los dos baches de «enormes dimensiones» existentes al inicio de un tramo curvo hacia la izquierda. El juzgado, asimismo, consideró que no se había probado que el motociclista circulase a una velocidad superior a la permitida, efectuase una maniobra peligrosa o protagonizase una conducta temeraria. A la vista de estos razonamientos, la juez condenó a la institución a pagar los 93.943 euros.
Esta sentencia, sin embargo, fue recurrida ante la Sala de lo Contencioso Administrativo del TSJPV. Ahora este órgano ha rechazado de nuevo los argumenos de la Diputación y confirma la sentencia de instancia, aunque rebaja la cuantía de la indemnización y la fija en 85.403,03 euros, a los que, no obstante, habrá de añadirse el IPC desde el día de la reclamación. El TSJPV confirma los argumentos que ya esgrimió el juzgado de San Sebastián. Esta sentencia es firme.
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